Primera vez, en veintitrés años de carrera, que el desempleo no me angustia. Es extraño, cuando más debería preocuparme porque ahora no soy solo yo sino también la familia, me siento tranquila. No voy a negar que por momentos esta abstinencia periodistica me genera cierta ansiedad. Pero, también es verdad, que estando las cosas como están, he optado por no desesperarme en aceptar lo primero que me proponen porque ahora, a diferencia de la Juliana del pasado, siento que tengo las herramientas para hacer algo pensando primero en mi y capitalizando estas más de décadas de aprendizaje y crecimiento. Esto sin contar la coherencia, valor fundamental en mi vida, que me lleva a tener menos espacios donde poder seguir haciendo periodismo pero que- en paralelo- me da la tranquilidad de saber que soy ( y seguiré siendo) porque yo lo elijo y porque ser sincera con una misma es la clave para serlo con la gente que me sigue. Pues nada, no estoy esperando llamadas. ya pasé por el momento de reflexión, y ahora mismo estoy tratando de aterrizar lo que quiero y debo hacer para sentarme nuevamente frente a una cámara y decir las cosas como las pienso, siento y concibo. Con esa voz fuerte, ciertamente incómoda pero sobretodo, sin miedo. Pronto, les prometo. Ahora si, manos a la obra para poder reencontrarnos lo antes posible. Los abrazo fuerte!